sábado, 8 de septiembre de 2012

Reflexión Social


‎"Estoy profundamente convencido de que la forma en que la sociedad está organizada a escala planetaria alienta y crea llamados a la violencia. La razón principal radica en que, para el sistema, la realidad humana es la competencia. La idea de Hobbes según la cual el hombre es un lobo, para el hombre constituye la convicción profunda de nuestra sociedad. Por esa razón genera violencia constante: la sociedad da el derecho general para que, en su propio interés, se pisotee a los demás. La prensa más ordinaria hace el elogio de esa violencia. Los diarios hablan de cómo tal banco aplastó al otro, de cómo la gente fue expulsada, etc., etc. Eso, dicen, es la vida, la competencia.
Pero hay que pagar el precio. Mientras no enunciemos que las sociedades deben construirse en base a la asociación y no a la competencia permaneceremos en el elemento primordial de la violencia. La sociedad alienta sistemáticamente la violencia y luego se ve obligada a combatir
la con una represión terrible. Como la violencia está constantemente incitada, hace falta un aparato policial para controlarla. El resultado es que terminamos agregándole a la violencia social la violencia del Estado.
Debemos cambiar los pilares de la existencia colectiva. El ser humano es capaz de otra cosa que toda esa violencia: es capaz de entrega, de amor. Tiene una doble capacidad. Puede ser un animal de competencia pero también un animal altruista, interesado en la acción colectiva, capaz de encarnar ideales, puede ser un artista o un científico desinteresado. Saber qué aspecto del ser humano alentamos es una decisión fundamental."

Que no te demore el mundo, no,
poniéndote el antifaz
y buscando acomodarte
en medio del derrumbe de su decadencia.

Pues la enfermante histeria
que hay a su alrededor,
tratará de agotarte
para que formes parte de su digestión.

Si buscas libertad,
ya no andés por fuera, no.
Hombre de mil nombres... nace ya.

¡NACE YA!

No hay comentarios:

Publicar un comentario